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miércoles, 24 de junio de 2009

huracanes


¿Qué es un huracán?

El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan antihorariamente (= en contra de las manecillas del reloj) en el hemisferio Norte. Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 km/h es llamado depresión tropical. Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 km/h se llama tormenta tropical y, al exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se convierte en huracán.


DEPRESIÓN TROPICAL: ciclón tropical en el que el viento medio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 62 km/h o inferior.
TORMENTA TROPICAL: ciclón tropical bien organizado de núcleo caliente en el que el viento promedio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 63 a 117 km/h.
HURACÁN: ciclón tropical de núcleo caliente en el que el viento máximo promedio a nivel del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 118 km/h o superior.
Tabla N° 1: Etapas de un ciclón tropical




Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales no están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor estructura, con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema. El huracán por su parte es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera con bandas espiraladas de lluvia bien delimitadas.

La palabra "huracán" deriva del vocablo Maya "hurakan", nombre de un Dios creador, quien, según los mayas, esparció su aliento a través de las caóticas aguas del inicio, creando, por tal motivo, la tierra.

La Temporada de Huracanes en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. La Cuenca del Atlántico comprende el Mar Caribe, el Golfo de México y el Océano Atlántico. (Ver Ciclones Tropicales fuera de temporada)

El huracán produce dos tipos de efectos desde el punto de vista técnico: el efecto directo es cuando una región específica es afectada por vientos, lluvia y marejada generados por el huracán; el efecto indirecto, incluye únicamente uno o dos de los anteriores efectos.


El efecto de un huracán puede ser devastador. Estas imágenes ilustran la total destrucción del complejo de apartamentos Richeliue (Florida, EEUU) tras el paso del huracán Camille en 1969.


La escala Saffir-Simpson define y clasifica la categoría de un huracán en función de la velocidad de los vientos del mismo. La categoría 1 es la menos intensa (vientos de 119 a 153 km/h); la categoría 5 es la más intensa (vientos mayores que 250 km/h). La categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños que ocasiona. Los huracanes categorías 1 ó 2 pueden causar efectos severos dependiendo de los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la velocidad de desplazamiento del huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son considerados como severos.

Escala Saffir-SimpsonCategoría Rango de velocidad de los vientos
(kilómetros por hora)
1 119-153
2 154-177
3 178-209
4 210-250
5 mayor que 250

Desastres naturales


El Niño y La Niña son los nombres de dos fenómenos atmosféricos-oceánicos que se presentan cíclicamente en períodos variables de 2 a 7 años. Tienen mayor incidencia en el océano Pacífico y sus alrededores, a la latitud del ecuador. Sus efectos son de alcance regional y global, pues transforman el estado del clima de casi toda la Tierra. Por ejemplo, durante el episodio de El Niño 1997-98 la temperatura en Mongolia alcanzó los 42°C y las precipitaciones en el centro de Europa ocasionaron una de las mayores inundaciones del siglo.

Este fenómeno afecta severamente la vida social, económica y política de los países, alterando su ciclo productivo y el crecimiento económico-social. En las áreas normalmente húmedas se originan prolongadas sequías, en las zonas áridas se producen torrenciales lluvias y olas de frío o de calor en distintos lugares del mundo.

Por lo general, esto representa graves pérdidas en las actividades económicas, sobre todo en las actividades primarias, por lo que afectan mucho más a los países en desarrollo donde éstas constituyen la base de su economía. Por ejemplo:

• las sequías, aumentan la mortandad del ganado y los incendios forestales que contaminan el ambiente y provocan pérdida de la biodiversidad;



• las lluvias torrenciales provocan graves inundaciones y aluviones de barro y rocas;

• el aumento de la temperatura de las aguas aleja de algunos bancos pesqueros especies ictícolas muy importantes por su valor comercial por lo que se perjudica la actividad pesquera;

• otra actividad afectada es el turismo, fuente de ingreso para estos países.

Ahora bien, ¿Cómo es la circulación atmosférica-oceánica en tiempos normales?

Los vientos alisios soplan de Este a Oeste y arrastran las aguas cálidas superficiales del océano Pacífico hacia su sector occidental. Por esta razón, en las costas asiáticas y australianas, el mar se encuentra alrededor de 50 cm. más alto y con 70 C a 90 C más de temperatura que en las costas americanas. Esto provoca que:

• frente a las costas del Sudeste Asiático, durante el verano, haya mayor evaporación de las aguas. Los vientos monzónicos transportan la humedad provocando las lluvias sobre el continente, y permiten la práctica de la agricultura intensiva, que proporciona el alimento de millones de personas;

• frente a las costas americanas, donde circulan las corrientes frías de California y de Humboldt, se dificulta la evaporación. Esto produce que el clima en las costas sea árido y que las aguas cálidas superficiales sean de poco espesor. Este proceso permite el ascenso de las aguas profundas con los nutrientes que alimentan a la abundante fauna marina, generando una de las áreas pesqueras más productivas del mundo.

Entonces, ¿Qué sucede cuando se presenta El Niño?

Cuando El Niño se presenta se produce una alteración en la presión atmosférica sobre el océano Pacífico, que disminuye cerca de Tahití y aumenta al norte de Australia. Los vientos alisios se debilitan o incluso desaparecen provocando, tanto en la atmósfera como en los océanos, grandes anomalías. Los vientos alisios no tienen fuerza para arrastrar las aguas cálidas superficiales hacia las costas asiáticas, entonces regresan a las costas americanas formando la contracorriente El Niño. Ello origina efectos atmosféricos y oceánicos contrarios a los tiempos normales. Es decir, en las costas asiáticas aparecen las sequías, los incendios en los bosques, etcétera. A su vez, en las costas americanas se desatan grandes temporales tropicales, que acarrean aluviones e inundaciones.

Finalmente, ¿Qué pasa cuando aparece La Niña?

La niña por su parte, origina un mecanismo inverso al que produjo El Niño: la presión atmosférica sube en Tahití y baja en Australia, restableciendo la dirección de la circulación normal pero con más fuerza. Los vientos alisios soplan con más intensidad que la normal y arrastran hacia el Pacífico occidental mayor volumen de agua, provocando que aflore más cantidad de agua fría en el Pacífico oriental. Esto produce precipitaciones superiores a las normales en Asia, Australia e inclusive en África del Sur. Mientras tanto, desciende la temperatura sobre las costas americanas y aumenta la aridez y la frecuencia de los huracanes en la planicie central de Estados Unidos

lunes, 22 de junio de 2009

vicente Ferrer biografia


Vicente Ferrer nace en Barcelona (España) el 9 de abril de 1920. Durante su juventud, entra a formar parte de la Compañía de Jesús con la ilusión de cumplir su mayor deseo y vocación: ayudar a los demás.

En 1952, llega a Mumbai como misionero jesuita para completar su formación espiritual, y allí mantiene su primer contacto con la India. A partir de ese momento, dedicará el resto de su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país.

Lamentablemente, su labor genera suspicacias entre los sectores dirigentes, que ven en él una amenaza a sus intereses y consiguen una orden para expulsarle del país. Ante este hecho, más de 30.000 campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizan en una marcha de 250km para protestar por la orden de expulsión.

En una entrevista con Vicente, la entonces primera ministra Indira Gandhi reconoce su gran labor, comprometiéndose a buscar una solución y enviando este telegrama: "El padre Vicente Ferrer se irá al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India."

En 1968, Vicente sale del país y regresa a España.

En 1969, vuelve a la India y se instala en Anantapur (Andhra Pradesh), uno de los distritos más pobres del país, para continuar su lucha por los más desfavorecidos. Ese mismo año deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien será su futura esposa unos meses más tarde -Anne Perry- la Fundación Vicente Ferrer.

crecimiento del hambre en el mundo


Una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición, la mayor cifra hasta hoy



Detrás de las cifras hay seres humanos

19 de junio de 2009, Roma - El hambre en el mundo alcanzará un récord histórico en 2009, con 1 020 millones de personas que pasan hambre a diario, según los últimos datos publicados hoy por la FAO.

El reciente incremento del hambre no es consecuencia de las malas cosechas, está causado por la crisis económica mundial, que ha provocado a su vez una disminución de los ingresos y un incremento del desempleo. De este modo se ha reducido el acceso de los pobres a los alimentos, según la Organización de la ONU.

"Una mezcla explosiva de desaceleración económica mundial y precios de los alimentos que se empeñan en permanecer altos en muchos países, ha empujado a unos 100 millones de personas más al hambre y la pobreza", aseguró el Director General de la FAO, Jacques Diouf. "Esta crisis silenciosa del hambre -que afecta a uno de cada seis seres humanos- supone un serio riesgo para la paz y la seguridad mundiales. Necesitamos crear con urgencia un amplio consenso para la erradicación rápida y completa del hambre en el mundo y para dar los pasos necesarios", añadió.

"La situación actual de inseguridad alimentaria mundial -subrayó- no nos puede dejar indiferentes".

Los países pobres, según Diouf, "necesitan las herramientas de desarrollo, económicas y políticas necesarias para impulsar su producción agrícola y su productividad. Es necesario incrementar la inversión en agricultura, ya que en la mayoría de los países pobres un sector agrícola saludable es clave para vencer al hambre y la pobreza y supone un requisito previo para el crecimiento económico".

"Muchos de los que sufren pobreza y hambre en el mundo son pequeños campesinos en los países en desarrollo. Pero tienen el potencial no solamente de cubrir sus propias necesidades, si no también de mejorar la seguridad alimentaria y catalizar un mayor crecimiento económico. Para liberar este potencial y reducir el número de víctimas del hambre en el mundo, los gobiernos -con el apoyo de la comunidad internacional-, necesitan proteger las inversiones clave en la agricultura, de forma que los pequeños campesinos tengan acceso no solo a semillas y fertilizantes, si no también a tecnologías adaptadas para ellos, infraestructuras, financiación rural y mercados", explicó Kanayo F. Nwanze, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

"En la mayoría de los países en desarrollo no existe apena duda de que invertir en los pequeños agricultores supone crear la red de seguridad más sostenible, en especial en tiempos de crisis económica mundial", añadió Nwanze.

"El rápido avance del hambre continúa provocando una enorme crisis humanitaria. El mundo necesita trabajar unido para garantizar que se atienden las necesidades de emergencia y se buscan soluciones a largo plazo", señaló por su parte Josette Sheeran, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

El hambre aumenta

Al tiempo que se lograron importantes progresos para reducir el hambre crónica en la década de 1980 y la primera mitad de la de 1990, el hambre aumentó lenta pero inexorablemente durante la última década, según la FAO. El número de hambrientos se incrementó entre 1995-97 y 2004-06 en todas las regiones del mundo, excepto en Latinoamérica y el Caribe. Pero incluso en esta última región, los progresos en la reducción del hambre se han visto anulados como consecuencia del alza de los precios alimentarios y la actual crisis económica. (ver informe)

Este año, debido principalmente a los vaivenes de la crisis económica combinados con precios a menudo muy altos a nivel nacional, se espera que el número de víctimas del hambre aumente en conjunto cerca del once por ciento, según previsiones de la FAO basadas en los análisis del Departamento de Agricultura de EE.UU.

Casi toda la población desnutrida del planeta vive en países en desarrollo. En Asia y el Pacífico se calcula que unos 642 millones de personas sufren hambre crónica, 265 millones en África subsahariana, 53 millones en Latinoamérica y el Caribe, 42 millones en África del norte y Oriente medio y 15 millones en los países desarrollados.

Atrapados por la crisis

Los pobres urbanos serán probablemente los que tengan más dificultades para hacer frente a la recesión mundial, ya que el descenso de la demanda de exportaciones y la reducción de la inversión extranjera directa causarán un aumento del desempleo urbano. Pero las zonas rurales tampoco se librarán, ya que millones de residentes urbanos se verán forzados a regresar al campo, obligando en muchos casos a los pobres rurales a tener que compartir esta carga.

Algunos países en desarrollo se enfrentan también al hecho de que las remesas que los emigrantes envían a sus hogares han descendido de forma notable este año, con la consiguiente disminución de entrada de divisas y de ingresos para las familias. La disminución de las remesas y el recorte previsto en la ayuda oficial al desarrollo limitará aún más la posibilidad de que los países accedan a capital para sostener la producción y crear redes de seguridad y sistemas de protección social para los pobres.

A diferencia de crisis anteriores, los países en desarrollo tienen menos capacidad de maniobra para adaptarse al rápido deterioro del contexto económico, ya que las turbulencias afectan prácticamente a todo el mundo de forma más o menos simultánea. Las oportunidades para mecanismos reparadores, como la devaluación de la moneda o conseguir préstamos en el mercado internacional de capitales, por ejemplo, para ajustarse a los vaivenes macroeconómicos, son más limitadas en una situación de crisis mundial.

La crisis económica se produce además a continuación de la crisis alimentaria y energética de 2006-08. Mientras que los precios de alimentos han bajado de forma sustancial en los últimos meses en los mercados mundiales, a nivel doméstico en los países en desarrollo este descenso se ha producido de forma más lenta. Los precios han permanecido de media un 24 por ciento más elevados en términos reales a finales de 2008, en comparación con 2006. Para los consumidores pobres, que gastan hasta un 60 por ciento más de sus ingresos en alimentos básicos, ello supone una fuerte reducción de su poder adquisitivo efectivo. Hay que señalar además que si bien bajaron, los precios internacionales de los alimentos básicos son todavía un 24 por ciento más altos que en 2006 y un 33 por ciento más elevados que en 2005.

arroz peligroso


En los años sesenta, Haití producía el 80% del arroz que consumía, pero en 1995 el Gobierno permitió que el arroz estadounidense invadiera el mercado. Fue una catástrofe. Los cultivadores de arroz haitianos no pudieron competir con un producto que se vendía por debajo del precio de coste porque estaba fuertemente subvencionado, y Haití pasó a importar el 80% del arroz.

El hambre un problema de todos


Desde hace meses, Manos Unidas viene denunciando que el hambre crónica está haciendo mella en el sur de Asia. Un informe publicado por UNICEF a primeros de junio corrobora estas noticias: en los últimos dos años se ha incrementado en más de 100 millones el número de personas que pasan hambre en una región que incluye países como Afganistán, Pakistán, India, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Bután y las Maldivas, según.

Se trata de las peores cifras de los últimos cuarenta años, que vienen empujadas por una desaceleración del crecimiento económico desde el 10 por ciento en 2005-07 hasta el 3,6 por ciento previsto para 2009, que –aunque preocupante- no alcanza los niveles del resto del mundo.

El informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia no deja lugar a dudas: “Sin una urgente e inclusiva respuesta gubernamental, los pobres del sur de Asia -casi el 20% de la población mundial- van a sumirse aún más en la pobreza y la malnutrición, con consecuencias negativas para el crecimiento y desarrollo de la región y el mundo". “Estamos al borde de la catástrofe”.

Los pobres son los más afectados ante el aumento de precios por la crisis de los productos de alimentación (arroz, maíz, trigo…) porque gastan del 60% al 70% de sus ingresos en comida. De entre éstos, los niños y las mujeres, tanto de las ciudades como del campo son “los más golpeados”.